Servicio de hemodiálisis: Cuando la vida pende de un riñón

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En la provincia suman 137 los pacientes que reciben hemodiálisis.

Hace unos tres años detectaron que la hipertensión arterial había afectado sus riñones; desde entonces Andrés Fidel Moracén Echeverría viaja días alternos al Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, de Guantánamo, para recibir el tratamiento de hemodiálisis.

Lo recoge en su casa de Carlos Manuel entre 4 y 5 Sur un vehículo de la empresa Cubataxi. No importa si es muy temprano en la mañana, está lloviendo torrencialmente, es tarde en la noche, o si como hoy día, el país atraviesa una difícil situación con el abastecimiento de combustible. Es una regla: ninguno de los servicios de salud para la población se ha limitado.

Cuenta su historia sin más, hasta sonríe mientras permanece acostado en una de las camas de la sala de diálisis del Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, con una aguja que perfora la piel del brazo para extraer la sangre que luego se devuelve depurada a su cuerpo:

“Empecé a bajar de peso muy rápido, y mi esposa me convenció de venir al hospital a realizarme un chequeo para buscar la causa. Inicialmente me diagnosticaron la gota. Luego me ingresaron en la sala cerebrovascular para un estudio más profundo que incluyó ir a nefrología, donde descubrieron que tenía una enfermedad renal crónica (ERC) en grado cuatro”, relata.

A pesar de su actual optimismo, comenta que cuando le dieron la noticia “estaba muy mal, fue un golpe muy duro, lo primero que vino a mi mente fue que la enfermedad acabaría con mi vida. Con el tiempo me fui recuperando, gracias al apoyo de mi familia, médicos y enfermeras, quienes con su trato maravilloso me hacen agradecer haber nacido en Cuba, porque en otro país, sin dinero, probablemente ya estaría muerto”.

Cada tratamiento tiene un costo aproximado de 300 dólares, y a la semana cada paciente recibe tres, que demandan además insumos importados: agujas para fístulas, líneas arteriovenosas (ramas), dializadores (filtros), ácido peracético (sustancias para el reuso).

“Un riñón artificial cuesta entre 11 mil y 18 mil dólares, y por si fuera poco muchas veces hay que comprarlo a través de intermediarios, lo cual encarece más el producto, todo por culpa de la política imperialista y su cerco contra Cuba”, explica María Victoria Vega de la Torre, jefa del servicio de Nefrología en el Hospital General Docente Agostinho Neto.

A pesar de las limitaciones se han creado alternativas para reutilizar implementos como las ramas y los filtros, para contribuir al ahorro, y porque actualmente no hay disponibilidad de repuestos en el país, y el servicio de hemodiálisis no se puede parar, se trata de la vida de seres humanos.

Sala de diálisis y hemodiálisis

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Andrés Fidel Moracén Echeverría agradece la preocupación y el buen trato del personal de la sala.

Con Andrés suman 137 los hemodializados en la provincia. En el Agostinho Neto se brinda atención a pacientes de siete municipios, mientras quienes residen en Maisí, Imías y Baracoa se atienden en el hospital Octavio de la Concepción y de la Pedraja, de la Ciudad Primada.

La terapia sustitutiva de la función renal inicia al llegar al grado cinco la enfermedad, explica la Doctora.

Puede ser por diálisis peritonial: procedimiento quirúrgico que permite depurar líquidos a través del abdomen, en pacientes que sufren insuficiencia renal (este proceder no se efectúa en la provincia), o con hemodiálisis: consistente en extraer la sangre del enfermo y pasarla por la máquina o riñón artificial, donde es filtrada para depurar las sustancias tóxicas acumuladas.

Para este procedimiento en el principal centro asistencial de Guantánamo existen 18 riñones artificiales, y en Baracoa otros seis; los cuales funcionan durante cuatro turnos de trabajo que incluyen la madrugada, para poder atender a la totalidad de los pacientes nefróticos requeridos de este servicio.

Al tener una ERC la vida cambia totalmente, bien lo saben los aquejados, quienes en la provincia de Guantánamo tienen altos pronósticos de supervivencia, pues muchos de ellos ya superan los diez años de tratamiento sustitutivo y uno cuenta más de dos décadas a la espera de un trasplante renal.

La solución definitiva para estos dolientes sería el trasplante de riñón, pero las tasas de donación son bajas y la lista de espera nacional bastante larga; además presupone la compatibilidad del órgano con el aquejado, otro factor a tener en cuenta. En el último lustro se han sometido a esta cirugía dos guantanameros anualmente, y el lugar más cercano donde se realiza dicho procedimiento es en la provincia de Santiago de Cuba.

En este caso vale resaltar el meritorio y oportuno apoyo que brindan las Fuerzas Armadas Revolucionarias para trasladar en helicópteros tanto riñones como a pacientes, que se encuentren en puntos remotos, pues la cirugía debe realizarse antes de las 24 horas de extraído el órgano.

Enfermedad renal crónica

Millones de personas en el mundo padecen de ERC, De la Torre apunta entre las causas más frecuentes la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, y existen otras como las nefropatías obstructivas (provocadas por la presencia de cálculos renales y problemas en la próstata) y riñones poliquísticos.

“La principal forma de evitar la ERC es controlando los padecimientos que la causan con diagnósticos y tratamientos oportunos, pues luego no hay vuelta atrás, solo se puede medicar para prolongar todo lo posible el inicio de la terapia sustitutiva”, señala la especialista.

Detalla que es una enfermedad asintomática hasta llegar a los estadíos más avanzados, cuando empiezan los síntomas en la orina, por lo que es fundamental chequear periódicamente los riñones de los hipertensos y diabéticos.

La función de este órgano va más allá de excretar las sustancias de desechos, también controla la hipertensión, mantiene el equilibrio ácido-básico en el organismo y participa en el mantenimiento de la hemoglobina (función hormonal).

La también especialista de primer grado en Nefrología, refiere que el pronóstico de un paciente con ERC es someterse a un trasplante o perder la vida en algún momento, casi todos lo saben, y a los que no, se les explica para que entiendan la seriedad y gravedad de esa patología.

“Los enfermos renales crónicos son personas que demandan sensibilidad extrema, mucha dedicación y cariño por parte del equipo de salud, porque además de lo complejo y triste de la enfermedad, el tratamiento es doloroso y molesto durante horas que en ocasiones son de madrugada.

“En Cuba salvar la vida es lo primero y no se escatiman esfuerzos, médicos ni de otros sectores de apoyo para garantizar ese objetivo –asegura la especialista y junto a Leonela Colás Soria, jefa del servicio de enfermeras de la sala, ejemplifica:

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Los transportistas de Cubataxis durante todo el día trasladan gratuitamente enfermos al servicio de nefrología, incluso desde otros municipios.

“Los transportistas de Cubataxis día y noche en sus respectivos turnos trasladan gratuitamente enfermos al servicio de nefrología”.

Rafael Olivares Herrera es uno de ellos, quien mueve estos pacientes desde hace unos cuatro años, y lo hace con cariño, porque son enfermos requeridos de mucho apoyo.

Prevenir siempre es la mejor opción

La enfermedad renal crónica puede ser prevenible con acciones de promoción y educación para la salud, y la identificación y control de las personas con riesgos para el diagnóstico temprano, tratamiento y rehabilitación, lo que evitaría la progresión y complicaciones, en tanto mejoraría la calidad de vida y retardaría o evitaría el ingreso a hemodiálisis.

Lo ideal es llevar estilos de vida saludables: higiene personal, alimentación sana, consumir abundante agua; disminuir el consumo de sal y azúcar, no fumar ni ingerir bebidas alcohólicas en exceso y practicar ejercicios físicos sistemáticamente.

Hemodiálisis

Fuente: Venceremos

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