Día Internacional de las Enfermeras y los Enfermeros. 12 de Mayo del 2022

La pandemia de COVID-19 cambió las políticas y el futuro de las discusiones políticas y técnicas en torno a la formación de los recursos humanos para la salud y ha reforzado la necesidad universal de proteger e invertir en todas las ocupaciones que participan en la capacidad de preparación y respuesta, en las funciones de salud pública.

En 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el documento Orientaciones estratégicas mundiales sobre la enfermería y partería 2021-2025, que comprenden cuatro áreas de interés político: educación, empleos, liderazgo y prestación de servicios. Sus recomendaciones incluyen; 1) formar a suficientes profesionales de partería y enfermería con competencias para satisfacer las necesidades de salud de la población; 2) crear puestos de trabajo, gestionar la migración y contratar y retener a este personal allí donde más se necesita; 3) reforzar el liderazgo de la enfermería y la partería en los sistemas sanitarios y académicos; y 4) garantizar que este personal esté apoyado, respetado, protegido, motivado y equipados para contribuir de forma segura y óptima en sus entornos de prestación de servicios.

En la Región de las Américas, las enfermeras y parteras juegan un papel esencial en el logro de los resultados de salud debido a su experiencia, tamaño de la fuerza laboral y su alcance en áreas remotas, poblaciones en situación de vulnerabilidad y grupos minoritarios. Sin embargo, retos como la escasez principalmente en zonas remotas, la migración continua y creciente, las condiciones de trabajo no seguras y no dignas, los salarios no competitivos y la falta del cumplimiento o de la regulación profesional persisten.

En la celebración del Día Internacional de las Enfermeras y los Enfermeros (12 de Mayo), la OPS llama a fortalecer colectivamente la fuerza laboral de enfermería.

Datos

En la Región de las Américas hay aproximadamente 9 millones de profesionales de la enfermería, que representan más del 56% de los recursos humanos para la salud.
La Región de las Américas sigue siendo una de las más desiguales a nivel mundial, con millones de personas que carecen de acceso a servicios de salud integrales, incluidos los cuidados preventivos y paliativos.
Hay heterogeneidad en el sistema de educación de enfermería en la Región de las Américas, con incoherencias entre los países en cuanto a las competencias de los profesionales formados, la estructura y actualización del plan de estudios y las cualificaciones del profesorado.
La falta de profesores con preparación avanzada y la distribución de los programas educativos a nivel de posgrado presenta una barrera significativa para preparar adecuadamente a la próxima generación de enfermeros y expandir su rol principalmente en los servicios de atención primaria.
Las funciones de las enfermeras de práctica avanzada se encuentran en gran medida en las fases iniciales de desarrollo en América Latina.
La Región de las Américas están experimentando una escasez crítica de enfermeras, con bajas tasas de retención y alta rotación.
El 79% de los Estados Miembros de la Región tienen puestos de enfermeras jefes en los Ministerios de Salud pero sólo el 46% tienen programas de formación en liderazgo de enfermería efectivamente implantados.