20 de diciembre: Día Internacional de la Solidaridad Humana

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El 20 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana, que se basa en la idea de que los más desfavorecidos puedan recibir ayuda de los más acomodados. Precisamente porque existe una desigualdad cada vez mayor, debe existir la solidaridad

Pero ¿Qué es la solidaridad?

La solidaridad es el apoyo a una causa o interés ajeno, especialmente en situaciones difíciles, como desastres naturales, guerras, movimientos de refugiados. No obstante, aunque citamos este tipo de causas que suelen despertar un gran movimiento de solidaridad, ésta puede estar presente en cualquier situación de la vida diaria.

Digamos que se puede resumir en ayudar a otros que lo necesitan, siempre que esté en nuestra mano, sin esperar nada a cambio. La única retribución de la solidaridad es sentirse bien consigo mismo, o pensar que se ha hecho lo que se debía hacer.

Cosas que puedes hacer para practicar la solidaridad

Para poner en práctica la solidaridad solo tienes que mirar a tu alrededor y prestar tu apoyo a quien lo necesite o a una causa determinada. Nadie mejor que tú para valorar esto, pero nosotros te daremos algunos ejemplos para practicar la solidaridad en tu día a día:

  • Saber escuchar a alguien que lo necesita.
  • Hacer voluntariado (niños, ancianos, hospitales, animales…)
  • Aprender primeros auxilios para poder ayudar cuando más se necesita.
  • Ceder el asiento en el bus o metro.
  • Destinar ayudas económicas a organizaciones sin ánimo de lucro.
  • Donar sangre.
  • Acoger animales en tu hogar.
  • Donar ropa, calzado o juguetes.

Fuente: https://www.diainternacionalde.com/

Felicita Ministro de Salud Pública a Infomed, red de salud de Cuba, en su 27 aniversario

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Con alegría y compromiso renovado recibimos el mensaje de felicitación de nuestro Ministro de Salud, el Dr. José Angel Portal Miranda, publicado en su página de Facebook y en su cuenta de Twitter, en ocasión de conmemorarse, este 18 de diciembre, el 27 aniversario de nuestra red. ¡Gracias! Seguiremos construyendo este proyecto, fruto de la dedicación y de la lucha por conquistar los sueños.

Mensaje de felicitación:

“Algo de gran trascendencia será la creación, ya iniciada, de Infomed, un servicio Intranet que comunicará a todos los centros de salud, hospitales, policlínicos, hogares de ancianos, farmacias, etcétera, a través de una densa red de computadoras que posibilitará la comunicación, consultas e intercambio científico entre todos los médicos, enfermeros y técnicos, y el acceso a todas las bases de datos e información médica con el empleo de miles de equipos de computación” expresó nuestro Comandante en Jefe #FidelCastroRuz al referirse a Infomed.

La red de #salud de #Cuba arriba hoy a sus 27 años, comprometida con la tarea de facilitar el acceso a la información y el conocimiento con vistas a mejorar la salud de los cubanos y de otros pueblos del mundo. ¡Felicidades Infomed! #CubaPorLaSalud #SaludParaTodos

Fuente: Infomed

Diagnóstico precoz ante la presión arterial alta

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La presión arterial alta tiene una elevada prevalencia en Cuba pues afecta al 33 por ciento de la población adulta y es la razón principal de las consultas en los cuerpos de guardia médica de todo el país.

Una persona se considera hipertensa cuando su tensión arterial sistólica es igual o superior a 140 y la diastólica igual o superior a 90 milímetros de mercurio (mms/Hg) respectivamente, tomando como base la observación con el equipo médico llamado esfigmomanómetro, aseguran los expertos.

La tensión arterial normal se encuentra entre los valores de 120 para la sistólica y de 80 o menos para la diastólica.

La dolencia afecta a una de cada tres personas en el mundo, proporción que aumenta a más del 40 por ciento después de los 50 años de edad.

Los especialistas afirman también que esta dolencia, responsable de nueve millones de muertes anuales en el orbe —la mitad por infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares— es capaz de producir además insuficiencia renal, pérdida de la visión, hemorragias y disfunción cerebral.

También es peligrosa la prehipertensión arterial, que tiene lugar cuando las cifras de la tensión arterial se encuentran de 120 a 139, la máxima, y de 80 a 89 mms/Hg, la mínima. Es un alerta, pues puede elevarse a niveles peligrosos y desde ese momento ya se deben tomar medidas para regresarla a cifras normales.

Muchas personas no saben de su hipertensión arterial porque esta no siempre produce síntomas. El 80 por ciento de los infartos cardíacos o accidentes cerebrovasculares prematuros y derivados de la hipertensión arterial pueden ser prevenidos controlándola.

El diagnóstico precoz es esencial y para ello debe conocerse la tensión arterial tomándola periódicamente.

El riesgo puede reducirse consumiendo menos sal y con una dieta equilibrada; manteniendo el peso adecuado, evitando el consumo de alcohol, eliminando el tabaco y las drogas, y haciendo ejercicio regularmente.

La presión arterial es la medida de la presión de la sangre dentro del sistema circulatorio. La saludable o normal se caracteriza por ser más de 120 sobre 80 y menos de 140 sobre 90 (120/80-140/90). Si es superior a ese rango, digamos 150/100, se consideraría que usted tiene presión arterial alta, lo que podría ser motivo de preocupación.

Existen buenas noticias que se presentan en forma de alimentos saludables que pueden prevenir, disminuir e incluso revertir el daño cardíaco causado por la presión arterial alta.

Los plátanos tienen varias vitaminas saludables como las vitaminas C y B-6. También contienen carbohidratos, proteínas, fibra y magnesio; por lo que son más conocidos, es por el potasio de gran beneficio para el corazón que ayuda a disminuir la presión arterial al equilibrar los efectos negativos de la sal que retiene agua, lo que puede ser problemático si sus riñones no pueden deshacerse de ella

Investigaciones científicas descubrieron, además, que el chocolate oscuro mejora el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial; un estudio de 2015 encontró que comer el dulce se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Fuente: Radio Rebelde

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Con el Programa Nacional de Inmunización se han eliminado seis enfermedades en Cuba

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Cuando en mayo de 1974, en la Asamblea Mundial de la Salud, se establecía el Programa Ampliado Global de Inmunización y se recomendaba su adopción por parte de los países, con el estrecho acompañamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pequeña Isla del Caribe, más de diez años antes, ya defendía la mejor de las premisas en las ciencias médicas: la prevención.

El año 1962 y la campaña de inmunización contra la poliomielitis marcaron el inicio de un largo camino hacia la transformación decisiva del cuadro de morbilidad y mortalidad del país, reduciendo el número de enfermos y fallecidos por padecimientos absolutamente prevenibles, para mejorar los indicadores de salud de la población cubana.

Nacía así, junto a la batalla campal contra una enfermedad ancestral como la poliomielitis, que tanta muerte y sufrimiento causó a familias enteras, el Programa Nacional de Inmunización (PNI).

Una apuesta temprana a la medicina preventiva, y cuya concepción totalmente gratuita, de acceso universal, integrada en el primer nivel de atención, y con activa participación comunitaria, permitió a la Mayor de las Antillas alcanzar hoy coberturas superiores al 98 % de vacunación en todo el territorio nacional, con un elevado nivel inmunitario de la población.

Así explicó a Granma Lena López Ambrón, jefa del Programa de Inmunización del Ministerio de Salud Pública, quien comenta además que, con anterioridad a 1959, la única vacuna que se aplicaba en Cuba con cierta regularidad era la vacuna contra las formas graves de la tuberculosis, y la cobertura a nivel nacional no superaba el 5 %.

En ese entonces, recogen las estadísticas, las tasas de incidencia y de mortalidad por enfermedades prevenibles por vacunas eran elevadas. Luego del triunfo de la Revolución de enero de 1959, esa realidad cambió y la salud y la educación se convirtieron en prioridades. La vacunación, liderada por el pni, pasó a ser piedra angular del sistema salubrista del país.

INMUNIZACIÓN EN CUBA

Justamente, la primera campaña de vacunación contra la poliomielitis tuvo el objetivo de controlar la incidencia de la enfermedad e inmunizar con dos dosis de vacunas a más de 2,6 millones de niños menores de 15 años, que representaban el 35 % de la población total del país. El impacto alcanzado fue excepcional, ya que se logró la eliminación de la enfermedad apenas cuatro meses después de iniciada la vacunación, refirió la especialista.

La erradicación de esta enfermedad en Cuba desde la primera campaña de inmunización «es el resultado más relevante de la salud pública revolucionaria cubana en el campo de la prevención. Junto a la eliminación de la viruela y la fiebre amarilla más de medio siglo antes, fue un resultado de alto valor humanístico, sanitario, político, económico y social. Desapareció el drama humano de muerte e invalidez de centenares de casos cada año, a un costo bajo, con notable repercusión social», se afirma en el libro Vacunas. Cuba 1959-2008, de la Editorial Ciencias Médicas, una excelente recopilación de documentos de diferentes épocas y autores, a cargo del profesor Francisco Rojas Ochoa, que recorre de manera exhaustiva cinco décadas de vacunación en el país.

Ello –sostuvo López Ambrón– significó un parteaguas, un antes y un después en la salud pública cubana e impulsó el proceso de eliminación de la enfermedad en la región de las Américas.

En septiembre de 1962 se dio inicio, además, a la campaña con la vacuna triple dtp (difteria, pertusis y tétano). Para 1979 ya había sido eliminada la difteria y en 1994 la tos ferina. El tétanos tiene tasas inferiores a 0,1 por 100 000 habitantes y el tétanos neonatal se eliminó desde el año 1972, apenas una década después de comenzarse la vacunación.

«Otra de las enfermedades eliminadas en Cuba es el sarampión, cuyo último caso se registró en julio de 1993.

Asimismo, la Mayor de las Antillas fue el primer país en eliminar la rubéola y el síndrome de rubéola congénita (SRC), con una estrategia conjunta, que se centró en las mujeres adultas y en los niños que recibieron una vacuna del virus de la rubéola. El último caso de src se notificó en 1989 y desde 1995 no se reportan casos de rubéola», apuntó la entrevistada.

Como un elemento significativo destacó que el uso de la vacuna prs (parotiditis, rubéola, sarampión) llevó a la desaparición de la meningoencefalitis posparotiditis desde 1989. Esta es una de las complicaciones más graves de la parotiditis infecciosa.

Actualmente, enfatizó López Ambrón, este programa administra 12 vacunas, con un promedio de 4 millones 800 000 dosis anuales de inmunógenos simples o combinados, protege contra 13 enfermedades y todos los años sobrepasa el 98 % de cobertura en toda la nación.

Entre estas vacunas destacó la pentavalente, de la cual sus cinco componentes se producen en el país. Desde el 2004 –con la excepción de la vacuna triple viral (prs), la bcg (contra las formas graves de tuberculosis) y la antipoliomielítica oral y la inyectable, que se importan– un total de ocho vacunas se fabrican en Cuba, lo que constituye un resultado del desarrollo científico y técnico alcanzado en la Isla.

A juicio de la experta, es importante recordar que las vacunas son seguras y no se limitan solamente a la población infantil, sino que se administran también  a grupos de riesgo para prevenirlos de la influenza estacional, la leptospirosis, la fiebre tifoidea, la hepatitis b, el tétanos y la fiebre amarilla.

La organización y funcionamiento del Programa Nacional de Inmunización, mediante la vacunación sistemática y sostenida en el tiempo, ha tenido un impacto decisivo en los indicadores de salud de la población cubana, evidenciado en la eliminación de seis enfermedades inmunoprevenibles: poliomielitis (1962), difteria (1979), sarampión (1993), rubéola (1995), parotiditis (1995) y tosferina (1997), y de cuatro complicaciones o formas graves: la meningitis tuberculosa (1962), el tétanos neonatal (1972), la meningitis postparotiditis (1989) y síndrome de rubéola congénita (1989).

Asimismo, se mantienen controladas con tasas inferiores al 0,1 por 10 000 habitantes, por lo que no constituyen un problema de salud: la meningitis por haemofilus influenzae tipo b, la hepatitis b, la meningitis meningocócica y el tétanos, entre otras enfermedades

La cruzada de Estados Unidos contra la cooperación médica internacional de Cuba

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Como se alertó en la Declaración del MINREX del 29 de agosto de 2019, el gobierno de los Estados Unidos ha desplegado, desde el año pasado, una intensa e injuriosa campaña contra la colaboración médica que Cuba ofrece, combinada con la amenaza de sanciones a dirigentes cubanos y presiones contra los Estados receptores para que prescindan de ella.

Dirigida detalladamente desde el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, cuenta con la activa participación de senadores y congresistas asociados a la mafia anticubana de la Florida y de frenéticos funcionarios del Departamento de Estado.

Acusan a Cuba de supuesta “esclavitud moderna” y “trata de personas” que laboran en el sistema de salud cubano, con fines de explotación, o de alegada injerencia de estos en asuntos internos de los Estados en que están ubicados.

Intentan además restablecer el llamado “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, existente hasta el 12 de enero de 2017, como sustento de una activa gestión de incitación a la deserción, pago de pasajes y servicios legales, provisión de visas estadounidenses y documentos de viaje a cooperantes en terceros países con el propósito de sabotear los acuerdos bilaterales firmados con estos, privarlos de sus servicios y despojarnos de recursos humanos altamente calificados.

En mayo de 2019, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos organizó una Conferencia en la sede de dicha organización sobre los supuestos crímenes de lesa humanidad cometidos por Cuba, en relación con la cooperación médica cubana en el exterior.

En junio, el Departamento de Estado, en su Informe sobre la Trata de Personas 2019, denigró la cooperación médica internacional de Cuba y, un mes después, impuso sanciones de restricción de visas a funcionarios cubanos vinculados con las misiones médicas.
 
Después, la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), institución estadounidense que aporta fondos para los programas de subversión contra el Gobierno de Cuba, destinó 3 millones de dólares para proyectos dirigidos contra las brigadas médicas de Cuba en el exterior.

La persecución de Estados Unidos se inició por América Latina y ha forzado el cese de los programas de cooperación en Brasil, Ecuador y Bolivia.
 
El fascista y servil Presidente brasileño Jair Bolsonaro denigró y expulsó factualmente a nuestros médicos especialistas quienes, al amparo de un acuerdo tripartito con la Organización Panamericana de la Salud, desde agosto de 2013 hasta noviembre de 2018, atendieron a 113 millones 359 mil pacientes, en más de 3 mil 600 municipios y dieron cobertura permanente a 60 millones de brasileños.

En nuestro país, 1214 estudiantes brasileños se graduaron de medicina.

Esa decisión le permitió mostrarse complaciente con el gobierno norteamericano y desmontar un programa dirigido a familias de bajos ingresos, dentro de una política brutal de reversión de conquistas sociales alcanzadas durante los gobiernos progresistas del Partido de los Trabajadores.

Altos funcionarios de los Estados Unidos han usado la calumnia de que las brigadas médicas cubanas en la República Bolivariana de Venezuela son tropas militares, lo que Bolsonaro repitió como un papagayo, en septiembre de 2019, durante su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, triplicando de manera ridícula, por maldad o ignorancia, la cifra mentirosa e infundada, utilizada por Washington.

Funcionarios del Departamento de Estado, de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y de Embajadas estadounidenses han acudido a autoridades nacionales, como en Guatemala, para inquirir de forma perentoria y sospechosa, datos precisos de la cooperación médica cubana con el objetivo de encontrar la manera de eliminarla.

En mayo de 2019, la Embajada de Estados Unidos en Ecuador reclamó a altos funcionarios del gobierno información detallada sobre los convenios y los servicios de los cooperantes cubanos. Cinco meses después, el gobierno ecuatoriano los dio por terminados, de forma inmediata pese a su inminente expiración, alegando razones económicas.

Desde el inicio de la colaboración médica en este país, brindaron sus servicios un total de 3 mil 565 profesionales de la salud cubana. Se realizaron 6 millones 749 mil 666 consultas médicas, 212 mil 360 intervenciones quirúrgicas, se asistieron 3 mil 548 partos y se aplicaron 100 mil 84 dosis de vacunación. Participaron en la “Operación Milagro” 153 colaboradores, programa mediante el cual se realizaron 168 mil 543 intervenciones quirúrgicas. Como resultado de la Misión Solidaria “Manuela Espejo”, fueron atendidas 825 mil 576 personas, de ellas 35 mil 257 en consultas especializadas de neurofisiología y otorrinolaringología y a 21 mil 62 pacientes se les hicieron estudios de genética clínica.

También, terminaron sus estudios en Cuba, 2093 jóvenes ecuatorianos.

En octubre, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador solicitó conocer el propósito del viaje a ese país de una lista de ciudadanos cubanos portadores de pasaportes diplomáticos y oficiales. Luego, la Ministra de Gobierno declaró injuriosamente que varios cubanos, asociados a los convenios de cooperación, participaron en las protestas que el pueblo ecuatoriano protagonizó contra la aplicación de medidas neoliberales en ese periodo.

Como se ha comprobado, ningún cubano fue participante u organizador de esas masivas manifestaciones populares y ni un solo pasaporte oficial o diplomático fue indebidamente utilizado.  Los manipuladores no han podido presentar una sola evidencia.

El Estado cubano expide los pasaportes diplomáticos, oficiales y de servicio, en correspondencia con lo establecido en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, y garantiza que los titulares cumplan con lo establecido para el uso adecuado de los mismos.

Durante el golpe de estado en Bolivia, la  Embajada de Estados Unidos en La Paz instigó, condujo y participó directamente en acciones hostiles de fuerzas policiales y, sorprendentemente de bomberos, contra los cooperantes cubanos. Como se denunció públicamente, funcionarios norteamericanos participaron directamente en dichos actos, utilizando el auto diplomático estadounidense con matrícula 28 CD-17.

En esos días, se produjeron 26 incidentes graves contra nuestros cooperantes, incluida la golpeadura de dos de ellos; la incitación pública de autoridades golpistas a  la violencia; registros brutales a sus personas, pertenencias y domicilios; acusaciones falsas, la detención temporal arbitraria de 50 colaboradores de la salud, 4 de ellos por varios días.

Ante esta situación, el gobierno cubano se vio obligado a proceder al retorno inmediato de nuestro personal y rechazó contundentemente las declaraciones mentirosas del llamado Ministro de Salud golpista que exagera descaradamente el monto de los estipendios de los especialistas médicos cubanos, en realidad inferior al de los médicos generales bolivianos; y oculta que Cuba no recibió un centavo de beneficio de esta cooperación.

La Brigada Médica Cubana en Bolivia, integrada por un 54% de mujeres, estaba compuesta por 406 médicos de 32 especialidades como Medicina General Integral, Pediatría, Medicina Interna, Ginecología y Obstetricia, Anestesiología y Reanimación, Oftalmología, Cirugía General, Ortopedia y Traumatología, Medicina Intensiva y Emergencia, Neonatología, entre otras. Igualmente desplegaban una destacada labor, 258 licenciados en tecnologías de la salud como imagenología, endoscopia, electromedicina, laboratoristas clínicos, rehabilitadores y enfermería.

En estos años de trabajo, ofrecieron 73 millones 330 mil 447 consultas y realizaron 1 millón 529 301 intervenciones quirúrgicas. Asistieron 60 mil 640 partos, aplicaron 22 mil 221 vacunas y realizaron 508 mil 403 cirugías oftalmológicas.

En las universidades cubanas, se han graduado 5184 médicos bolivianos.

La persecución y búsqueda de información ha incluido intentos de interrogar al personal cubano por “diplomáticos” de Estados Unidos en los propios centros de salud donde este labora en el exterior, incluso en África Norte y Medio Oriente.

Es inmoral e inaceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los más de 400 mil colaboradores cubanos de la salud que, en 56 años, han cumplido misiones en 164 naciones.

Se destacan sus hazañas en la lucha contra el ébola en África, la ceguera en América Latina y el Caribe, el cólera en Haití y la participación de 26 brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Desastres y Grandes Epidemias “Henry Reeve” en Pakistán, Indonesia, México, Ecuador, Perú, Chile y Venezuela, entre otros.

Con el mismo desinterés y consagración, en Cuba se han formado de manera gratuita 35 mil 613 profesionales de la salud de 138 países.

En el caso de las naciones con condiciones económicas más desfavorables, Cuba asume prácticamente los gastos de la colaboración. De igual modo y en línea con las concepciones de las Naciones Unidas sobre la cooperación entre países en desarrollo, esta se ofrece en otras naciones sobre la base de la complementariedad y la compensación parcial por los servicios prestados.

Los técnicos y profesionales cubanos que participan en esos programas lo hacen absolutamente de manera libre y voluntaria. Durante el cumplimiento de su misión, continúan recibiendo íntegramente su salario en Cuba y disponen, además, de un estipendio en el país de destino, junto a otras prestaciones.

Cuando Cuba recibe compensación por la cooperación prestada, esos colaboradores tienen el mérito de brindar un aporte justo y totalmente legítimo para el financiamiento, la sostenibilidad y el desarrollo del sistema de salud masivo y gratuito, accesible a todos los cubanos, así como para los programas de cooperación que se despliegan, sin ningún pago a nuestro país, en muchas partes del mundo.

Conforme declaramos el pasado 29 de agosto, el acceso a la salud es un derecho humano. La cruzada de los Estados Unidos contra la cooperación médica internacional es un acto infame y criminal contra los pueblos necesitados de asistencia médica, que no podrá opacar el aporte solidario y humano de los 29 mil profesionales de la salud cubanos, quienes con enorme sacrificio y comprensión de sus familiares, ofrecen servicios actualmente a 65 naciones.

La actitud del Gobierno de Estados Unidos en este asunto es despreciable. La respuesta de Cuba es firme: continuaremos salvando vidas y procurando la salud y el bienestar por el mundo, al límite de nuestras posibilidades, donde quiera que se nos solicite.  

La Habana, 5 de diciembre de 2019.