La práctica de la bibliotecología se ha desarrollado vertiginosamente desde la más remota antigüedad hasta el presente. Los primeros bibliotecarios fueron caldeos, babilonios, egipcios y griegos y asombrosamente, sus métodos de trabajo no diferían mucho de los que actualmente seguimos en nuestras instituciones; y es que biblioteca y bibliotecario se han adaptado perfectamente a todos los entornos y épocas, haciendo honor a la teoría de la selección natural de las especies esbozada por Darwin.
Pueden estar seguros de que si la rigidez fuese la tónica que guiara el trabajo en las empresas documentales, hace mucho habrían desaparecido, o al menos serían hoy organismos en vías de extinción.
Afortunadamente, lejos de ser así, la Bibliotecología como ciencia continúa siendo una de las profesiones de mayor vigencia en la actualidad, gracias a la implementación de las nuevas tecnologías. Por ejemplo: los catálogos aparecieron hace milenios en tablillas de arcilla y hoy disponemos de los mismos medios para recuperar la información en formato digitalizado.
¡Cuán largo camino recorrido desde aquellos rústicos instrumentos hasta llegar a los catálogos en línea; desde el libro de piedra hasta la biblioteca virtual.
Por otra parte, ser bibliotecario implica haber asumido con un profundo sentido de responsabilidad y decoro la necesidad cada vez más apremiante de ayudar a las personas a canalizar debidamente sus necesidades informativas de forma ética y coherente.
Los bibliotecarios hemos tomado por asalto a la Sociedad desde hace cientos de años y la herencia que nos legaron nuestros antecesores subsistirá mientras existan las bibliotecas, y ello será por mucho tiempo.
La Biblioteca Médica Nacional aprovecha esta ocasión para homenajear a nuestras bibliotecarias más experimentadas, las licenciadas Margarita Pobea, Ana Luisa Pinillo y Bárbara Lazo y exhortar a los jóvenes que estudian tan hermosa profesión a amarla y defenderla.
Hagamos pues, que el imperativo social al que estamos llamados actualmente marque significativas pautas en la historia de la bibliotecología nacional. Disfrutemos de estas fechas con plena satisfacción, conscientes de que el mejoramiento humano y la virtud también son posibles gracias a nuestra labor.
¡Muchas felicidades¡
Fuente: Horizontes del Bibliotecario. Periódico bimestral de la Biblioteca Médica Nacional. Mayo-junio 2014.01