Entrevista con Director General de Salud: “Estamos comprometidos con mejorar”

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Los últimos meses para el sistema de salud pública en Guantánamo, en general, han estado marcados por las carencias y las críticas. Las segundas, en parte, motivadas por las primeras. Ninguna requiere de mayores explicaciones.

Cifras, tasas, índices que dan una idea más exacta del comportamiento del sector -la mayoría deficientes en diferentes medidas, aunque se prefieran otros términos como que “no cumplen con el propósito”- son un reflejo y una causa.

Todo lo anterior arma el contexto de esta entrevista con el director general de salud en Guantánamo, el doctor Nael Preval Campello, especialista de segundo grado en Pediatría y profesor asistente.

Doctor, ¿cuáles son las principales cuestiones que marcan el sector de la salud en los últimos meses?

A partir de septiembre adoptamos una nueva estructura, y cambiamos al estatus de dirección general de salud con tres direcciones: Asistencia médica y medicamentos, Gestión sanitaria e Higiene, epidemiología y microbiología, además de una unidad de aseguramiento subordinada al Gobierno.

Existen prioridades como el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI); la situación epidemiológica; las enfermedades crónicas no transmisibles, y las transmisibles que han tenido un papel importante en los últimos años, como la COVID-19, las ITS y otras reemergentes como la lepra y la tuberculosis.

Otra prioridad es fortalecer la Atención Primaria de Salud (APS), para que la población se identifique aún más con esta y se descongestionen los hospitales.

Cerramos el pasado año con una serie de indicadores desfavorables. ¿A su juicio, cuáles son los fundamentales? ¿Hay algún avance reciente?

El PAMI, sin dudas, es un programa trazador porque, además de todo cuanto implica para las familias, da indicadores de nación de desarrollo socioeconómico pues, a pesar de ser un país bloqueado, tenemos tasas del primer mundo.

El año pasado llegamos a una tasa de nueve por cada mil nacidos vivos, mientras el país estaba en 7,1. En estos momentos, la provincia está en 7.9 y en los últimos ocho meses tenemos 13 fallecidos menos.

Se fortaleció el equipo de trabajo del PAMI, y el programa se evalúa en profundidad a lo interno y con el Partido en reuniones cada dos semanas. En los próximos días, tendremos una evaluación integral de las mil 800 embarazadas y 5 mil 600 menores de un año que tenemos en la provincia.

Hemos trabajado también en lo material, en garantizar cunas y colchones, y en eliminar los pisos de tierra de las embarazadas.

En el Programa del Médico de la Familia, todos los consultorios están cubiertos y fortalecidos con profesionales recién graduados, quienes ya pasaron su curso introductorio.

¿Algún otro indicador?

En cuanto a la situación epidemiológica, en la última semana -20 de febrero-, no tuvimos casos de COVID-19 y, aunque Baracoa está declarado con transmisión de dengue, se reducen la incidencia y la reactividad, tanto allí como en el resto del territorio.

Requiere gran prioridad la formación profesional, el completamiento de especialidades, sobre todo, en la atención secundaria de salud como anestesiología, medicina intensiva pediátrica, pediatría, neonatología y ginecobstetricia. Hemos fortalecido esos servicios con médicos especialistas en medicina general integral (MGI), entrenados, sobre todo en Baracoa.

En medio de las dificultades, a pesar de estas, la medicina guantanamera tiene sus hitos ¿Cuáles son los más destacables?

Acogemos siete ensayos clínicos con propuestas a medicamentos contra el Alzheimer, el cáncer de pulmón y de mama, y la neumonía grave en niños…, que dan respuesta a importantes problemas de salud, y con buenos resultados.

Hay que resaltar, también, el tratamiento quirúrgico favorable de la niña de 10 meses accidentada en mayo del pasado año, un caso muy difícil. Se reportan buenas experiencias en el equipo de neurocirugía, el uso de la hipnosis para pacientes de urología.

Entre lo más importante de estos meses, es el mejoramiento del servicio de hemodiálisis del Hospital General Dr. Agostinho Neto, con la instalación de una nueva planta de tratamiento de agua que repercute en mejor calidad de vida para los 102 pacientes con insuficiencia renal crónica que atiende.

Es significativo el programa constructivo, especialmente los consultorios médicos que se encontraban en regular y mal estado. Somos de las provincias con más avances en este sentido.

Los medicamentos han sido un gran problema. ¿Qué servicios son los más afectados? ¿Cuáles son las perspectivas?

Para nadie es un secreto la afectación que representa el bloqueo para la producción de medicamentos, sin excepción. En este inicio de año, hay una mayor presencia de fármacos de las tarjetas control o tarjetones, sobre todo los antihipertensivos y los de pacientes asmáticos.

El renglón más deficitario es el de los antibióticos, tanto por receta médica como de uso hospitalario. Para los últimos casos, hay un sistema de urgencia por medio de EMCOMED que permite resolver necesidades puntuales, y existen protocolos con primera, segunda y tercera línea de tratamiento.

La falta de medicamentos toca a todos los servicios, usted opera a un paciente y lleva antibióticos profilácticos, medicamentos para el dolor… Se afectan mucho también los anticonvulsivantes para pacientes epilépticos como clonazepam, clobazam, fenobarbital y carbamazepina.

Se espera que esta situación mejore a partir de abril.

Por otro lado, sobrecumplimos en la medicina natural y tradicional. En 2023 producimos más de cuatro millones de unidades, y en este nos planificamos cinco millones y empezamos cumpliendo.

También faltan, y es una crítica recurrente, las almohadillas sanitarias. El pasado año se distribuyeron una sola vez, y en lo que va de 2024 no se han vendido – al cierre de esta edición conocimos que ya se repartía en algunos lugares-.

¿Y los medicamentos del programa de cáncer?

Los sueros básicos para la quimioterapia se han asegurado. La mayor dificultad está en la radioterapia, pues el equipo de Santiago de Cuba está detenido desde hace cuatro meses. Según el Ministerio de Salud Pública, debe recuperarse en marzo.

El área quirúrgica llega a este momento con una larga lista de espera…

La actividad quirúrgica está limitada por un grupo de insumos médicos -los que más pesan- y no médicos. El año pasado, se realizaron 20 mil cirugías menos que en periodos anteriores, y la lista de espera tiene unos 2 mil 800 pacientes, de ellos 600 niños y unos 135 del programa oncológico, en este último punto ninguno pediátrico.

Recibimos algunos insumos como suturas, jeringuillas, trócar, sondas que nos permiten avanzar un poco, con especial atención al programa de cáncer. Cada semana se hace una evaluación de todos los casos, teniendo en cuenta las urgencias y las prioridades. Es un programa que debe seguir avanzando porque es una prioridad del país.

Hay un estado de opinión sobre “venta” de cirugías, camas en algunos servicios… ¿Qué han identificado ustedes y cómo lo enfrentan?

Excepto un caso con tres profesionales implicados en 2022, no hemos podido comprobar otras denuncias o estados de opinión. Es un tema que seguimos con acompañamiento del gobierno y el Partido, y la dirección general participa cada semana en el análisis de todas las operaciones, las que se realizaron y las previstas.

No digo que no, solo que no hemos podido demostrarlo.

Creo que es preocupante la falta de medios diagnósticos para vigilancia del cáncer, hablo del cérvico uterino, próstata, colon… ¿Cuál es la estrategia?

Tenemos problemas en los medios diagnósticos, los cistoscopios para patologías urológicas, los de endoscopia para el sistema gastrointestinal, que salen en parte gracias a un convenio con el MININT. Están rotos el mamógrafo, el tomógrafo del Hospital Pedro Agustín Pérez, y los ultrasonidos de varios policlínicos.

La vigilancia del cáncer, sin embargo, debería salir con pesquisa. En los hombres, se debe hacer el tacto rectal en los mayores de 50 años, y se enfrenta a muchos tabúes; el cáncer de mama se puede identificar con un autoexamen, el colon se puede evaluar con estudio de la microbiota.

Las lesiones cérvico uterinas es otra cosa, porque requieren de una prueba citológica a las mayores de 25 años que no se realiza desde hace un tiempo, aunque esto debe mejorar en este primer semestre. Sí se realizan en la consulta de patología de cuello, aclaro.

¿Cuáles son las proyecciones, las prioridades? ¿Qué puede esperar el pueblo guantanamero de su sistema de salud?

Debemos seguir fortaleciendo el nivel primario, reducir la mortalidad infantil y la precoz, el control de la situación epidemiológica incluyendo las enfermedades transmisibles que incrementan por déficit de medicamentos y preservativos, mejorar la política de cuadros, la formación de especialistas.

Hay carencias que no están en nuestras manos resolver, pero sí podemos prepararnos más y mejorar la comunicación con los pacientes y sus familiares, hacer ciencia, usar técnicas novedosas, innovar.

A la población, quisiera decirle que no se desanime. Tenemos un país y un sistema de salud comprometidos en mejorar.

Tomado de: Venceremos

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