Para Meisbelis Creagh Lores, todo a su alrededor parece detenerse cuando amamanta a su niña de pocos días de nacida. Desde una silla cercana a su cama en la sala 3H del Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto de Guantánamo, sostiene a su pequeña en brazos, mientras la alimenta en cuerpo y alma.
«No es la primera vez que lo hago. Este fue mi tercer embarazo y a todos ellos les ‘he dado’ el pecho. Nadie imagina lo gratificante que es, y la emoción que se siente». Es un pacto de amor eterno y desmedido. Un vínculo imposible de romper.
Meisbelis es de las madres guantanameras que se beneficia -junto a su recién nacida- de las bondades que ofrece la lactancia materna. «Es como su primera vacuna, los protege para siempre», me cuenta, y puedo ver en ella una mezcla de años de experiencia en el asunto y el resultado de una preparación certera por parte del personal médico y de enfermería.
La medicina la respalda como necesaria en la alimentación exclusiva de los infantes hasta los 6 meses de vida. Las madres que la practican, pueden dar fe de la grandeza de alimentar a su cría directamente desde su pecho. Sin embargo, aún existen mitos, dudas y falsas creencias con respecto a la lactancia materna. Fue esta semana, sin duda, es espacio propicio para divulgar su valía.
Desde la ciencia
Roberto Matos Salmon, pediatra del Programa Materno Infantil en la Dirección provincial de Salud, comenta sobre las particularidades de la lactancia materna y los disímiles privilegios que ofrece en los primeros meses de vida.
«El alimento por esta vía debe ser exclusivo hasta los seis meses de edad, pero se puede extender tanto como se quiera. Con anterioridad se decía que podía llegar hasta los dos años de edad. Hoy día no hay límite, porque después de los seis meses, pasa a ser complementario.
«En la provincia existen 4 mil 850 lactantes -todo niño menor de un año-, de los cuales 2 mil 139 no alcanzan el medio año de vida, y deberían recibir la lactancia materna como única fuente de alimentación hasta tanto sobrepasen dicha edad y puedan ir incorporando otros sustentos a su dieta.
«Desafortunadamente, algunas madres o niños presentan contraindicaciones por las que se suspende la lactancia temporal o permanentemente, mientras que otras por motivos varios la suspenden, contra todo consejo médico: que si el niño no queda satisfecho, que si no crece, que si está bajo peso. Solo mil 576 la reciben en exclusividad, representando un 73,6 % «, explica.
Matos Salmon cuenta que, durante la semana que concluye y bajo el lema Cerrando Brechas: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones, se han desarrollado varias acciones para incentivarla.
«Desde el primero de agosto se realizaron, en todos los municipios de la provincia -incluyendo el Hospital General, declarado Amigo del Niño y de la Madre y el Hogar Materno- actividades de concientización, charlas educativas sobre la técnica adecuada de lactancia, beneficios de su uso y las contraindicaciones, esencialmente.
«Se han repartido folletos que hablan sobre la temática a madres y a mujeres próximas a dar a luz. Además, se entregó un presente a progenitoras del municipio cabecera que han sido donadoras de leche materna, contribuyendo así al bienestar de sus hijos y de otros».
En este sentido, Guantánamo cuenta con uno de los 14 bancos de leche materna existentes en el país. Su sede -en el Hospital General- y su punto de recolección -en el Policlínico Emilio Daudinot Bueno, del Norte de la ciudad- facilitan el cuidado de lactantes que no pueden disfrutar de la leche materna directamente.
«Los niños alimentados por esta vía corren menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus, la obesidad, la hipertensión. Es una vacuna pasiva, porque proporciona los anticuerpos sin entrar en contacto con la infección, además de ser un alimento estéril que no necesita preparación.
«Ayuda al desarrollo de todos los sistemas orgánicos, aporta gran parte de los requerimientos nutricionales, previene -en la madre- el cáncer cervicouterino, el cáncer de mama y es una forma de anticoncepción. Además de los lazos afectivos que se crean entre mamá y bebé», concluye.
Amamantar a los hijos no es solo una acción en pro de su futuro, sino también otra manera de disfrutar la maternidad. De consolidar el papel de madres protectoras y dedicadas. De demostrar que son capaces de dar vida, y ayudarlas a florecer.
Tomado de: Venceremos