18vo Curso Internacional de Dengue y otros arbovirus emergentes: La lección primera es no subestimar

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Las arbovirosis continúan siendo un desafío actual y creciente para los sistemas de salud en la región y a escala mundial, reafirmó el ministro de Salud Pública, Dr. José Angel Portal Miranda, al inaugurar este lunes 19 de agosto en La Habana el 18vo Curso Internacional de Dengue y otros arbovirus emergentes.

Abordar estas enfermedades, particularmente en comunidades con recursos limitados, donde su impacto es desproporcionado, es urgente, destacó el ministro.

Portal Miranda convocó a los asistentes a “aprovechar este espacio de intercambio para ampliar y profundizar un debate internacional que contribuya, en primer lugar, a encontrar nuevas y útiles soluciones en pos de mitigar los devastadores efectos de las enfermedades transmisibles y avanzar, teniendo en cuenta el enfoque de Una Salud, en la preparación para enfrentar epidemias y pandemias, en particular aquellas producidas por los arbovirus”.

El encuentro científico que ya cuenta con 18 ediciones y siempre se ha caracterizado por su calidad y alta participación internacional, se extiende hasta el próximo día 30 y es organizado por el Centro Colaborador de la OPS/OMS para el Estudio del Dengue y su Control; el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”(IPK), sede del evento; la Sociedad Cubana de Microbiología y Parasitología; el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba; y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.

“En los últimos tiempos hemos sido testigos de la rápida diseminación y el impacto devastador de nuevos virus, lo cual ha puesto en evidencia la necesidad de establecer estrategias avanzadas de enfrentamiento y respuesta a las epidemias y pandemias”, subrayó el ministro en su intervención.

Solo en el siglo XXI, agregó, se ha detectado una variedad de enfermedades emergentes y re-emergentes como SARS, MERS, Zika, Dengue, Chikungunya, Cólera, Influenza, Ébola y muchas otras.

“La covid-19 fue un evento definitorio en la historia de la humanidad, que marcará por siempre un antes y después para nuestros sistemas sanitarios. Y por si lo vivido durante el enfrentamiento al SARS-CoV-2 pareciera poco, entre los años 2022 y 2024 otras emergencias de salud, producidas por la expansión de diferentes virus, en su mayoría de origen zoonótico, como, la Mpox o también llamada Viruela del Mono—declarada nuevamente el 14 de agosto como emergencia de Salud de importancia internacional—la Influenza Aviar, la encefalitis equina, y más recientemente el Oropouche, se han adicionado a la lista de enfermedades emergentes y reemergentes”, sostuvo.

Esa realidad, dijo, evidencia la urgente necesidad de desarrollar intervenciones integradas, con un abordaje intersectorial en el marco de Una Salud y el incuestionable aporte, intervención y colaboración de equipos de los sectores de salud humana, animal y ambiental, que inevitablemente tienen que estar liderados por la voluntad política y el accionar de los gobiernos de cada país.

De acuerdo con el ministro, múltiples factores como el cambio climático, la estrecha interacción entre hombres y animales, el aumento de la actividad comercial, los movimientos poblacionales, las migraciones, la deforestación, la invasión humana a zonas selváticas, entre otros, han propiciado un incremento de las epidemias y pandemias en las últimas décadas.

“Durante los años 2020 a 2022, en los cuales la pandemia de la covid-19 significó un complejo desafío para los sistemas sanitarios de todas las naciones, se hizo cada vez más evidente que el entorno social nos condiciona, pero no nos determina”.

“Fue un escenario difícil, que en tiempo récord nos obligó a aprender, desaprender y volver a aprender modos de hacer, para adaptarnos a las nuevas circunstancias, enfrentarlas lo más eficiente y efectivamente posible, y avanzar en el propósito de proteger la salud y la vida de nuestras poblaciones”, señaló Portal Miranda, y apuntó que el nuevo escenario, marcado en los últimos dos años por un incremento de casos de Dengue nunca antes descrito en las Américas, a lo cual tampoco ha escapado Cuba, supone también crecientes retos para el sistema de salud.

“En la región se confirma la circulación de los cuatro serotipos, con más de 10 millones 893 547 casos, entre las semanas 1 y 28 del año 2024: en la semana 29 se superaron los 11 millones. Esa cifra representa un incremento del 233%, en comparación con igual periodo del 2023, y del 418% respecto al promedio de los anteriores cinco años”, ejemplificó.

Asimismo, refirió, se encuentran co-circulando a nivel regional otros arbovirus como Zika y Chikungunya, a los cuales se suma la expansión del virus Oropouche en varios países y territorios donde previamente no se había reportado.

En relación a esta última arbovirosis, informó que hasta el 1 de agosto del 2024 se notificaban 8076 casos confirmados y dos defunciones, en cinco países de América: Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y Cuba.

“Son hechos que demuestran, una vez más, lo imprescindible de fomentar alianzas, de conjunto con la OMS-OPS, que fortalezcan las capacidades de las naciones para predecir e identificar los brotes de enfermedades transmisibles, y así estar en mejores condiciones de encontrar respuestas, de manera oportuna, que permitan la toma de decisiones para reducir los impactos en los ámbitos de salud, sociales y económicos, asociados a la ocurrencia de epidemias y pandemias”, afirmó.

En ese contexto, destacó la necesidad de recurrir constantemente a la innovación para avanzar con la agilidad que exigen los tiempos actuales.

Recordó la epidemia de Dengue 2 de 1981, que introdujo en la región la forma hemorrágica de la enfermedad, provocando alrededor de 300 000 casos, más de 10 000 graves y 158 fallecidos, 101 de los cuales eran menores de edad.

En este sentido, resaltó que la voluntad política de la alta dirección del Gobierno cubano permitió fortalecer y preparar al Sistema Nacional de Salud, desde el punto de vista epidemiológico, entomológico, virológico y clínico para hacer frente a futuras epidemias provocadas por ese agente infeccioso.

El ministro mencionó que este desarrollo ha dado lugar a un grupo de expertos nacionales e internacionales en el manejo del Dengue y arbovirus.

Finalmente, no pasó por alto las epidemias y pandemias que Cuba ha enfrentado en las últimas dos décadas, incluyendo varios brotes de Dengue, la Influenza H1N1 en 2009, el Cólera en 2012, el Zika en 2016, la COVID-19 en 2020, y el Mpox en 2022.

En particular, se refirió a la reciente emergencia del virus Oropouche, detectada el 27 de mayo de este año gracias a la vigilancia de síndromes febriles inespecíficos y Dengue. Hasta principios de agosto, el país registraba presencia del virus Oropouche en todas las provincias, con más de 400 casos confirmados, dijo.

No se reporta transmisión de Zika ni de Chikungunya.

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Tomado de: Cubadebate

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