Guantánamo despidió el pasado año con tasa de mortalidad infantil de 7,3 por cada mil nacidos vivos, notablemente inferior al 9.0 registrado durante el 2023, pero superior a la media nacional (7,1), y fue una de las nueve provincias que redujeron fallecidos en ese grupo etario, informó la Dirección de Salud Pública.
Dos municipios, San Antonio del Sur e Imías, recibieron enero sin muertes en menores de doce meses, y otros cuatro territorios cerraron con tasas inferiores a las medias nacional y provincial: Yateras (5.6), Baracoa (5.8), Maisí (6.4) y Niceto Pérez (6.5).
La tendencia a la baja, por segundo año consecutivo, contrasta con el brusco descenso de los nacimientos, en tanto se registraron apenas cuatro mil 236 alumbramientos, más de mil 500 menos con respecto al periodo anterior; y en un contexto muy difícil agravado con el paso del huracán Oscar.
Se lamentó una sola muerte materna, lo que iguala el resultado del año anterior Las malformaciones congénitas causantes de mortalidad entre los infantes menores de un año se mantuvieron en los índices previstos.
Las principales causas de la mortalidad infantil en Guantánamo fueron las afecciones perinatales que incluye una amplia gama de dolencias como la hipertensión, la preeclampsia y hematoma retroplacentario, entre otras.
El bajo peso al nacer, a pesar de que se redujo, fue el peor de los indicadores del Programa de Atención Materno Infantil sobre todo relacionado con el Crecimiento Intrauterino Retardado (CIUR), al que también contribuyeron los nacimientos de madres adolescentes.
Al cierre de diciembre, precisan especialistas de la Dirección de Salud Pública, hubo incremento de las muertes de niños en edad preescolar (de uno a cinco años) y escolar (seis a 14); sobre todo debido a accidentalidad por ahogamientos, broncoaspiraciones y accidentes de tránsito.
Tomado de: Venceremos
