Tranquilamente sentado en las piernas de su madre, el pequeño de siete meses Maikol Alejandro Pelegrín Beltrán espera en el policlínico Omar Ranedo, de la ciudad de Guantánamo, por la vacuna antineumocócica Pneumosil 10 valente, que desde esta semana el Sistema Nacional de Salud cubano aplica a todos los lactantes nacidos en el año en curso.
Para Inalvis Beltrán Poll, que ha lidiado con ingresos hospitalarios de su pequeño Maikol por neumonía, es muy positivo que se le suministre este inmunógeno, el cual previene de 10 de los principales serotipos de mayor circulación, causantes de la enfermedad neumocócica invasiva, principalmente de cuadros graves de meningitis aguda, neumonía o sepsis.
Lo veo muy bien, claro que sí, -me dice-, mientras arrulla a su niño lloroso, luego del pinchazo, que en la provincia de Guantánamo recibirán dos mil 212 lactantes nacidos entre el primero de enero hasta el 30 de junio del 2024 y en el país a unos 27 mil 500.
Se inyectarán en el mes de julio otros 329 que ese mes arriban a los dos meses de edad, fecha establecida para que pueda ser administrada la primera dosis en el esquema de vacunación.
De acuerdo con la doctora María Elena Sánchez García, responsable del programa de Inmunización en el Centro Provincial de Higiene Epidemiología y Microbiología, el esquema vacunatorio para los nacidos entre enero y junio de 2024 tras la dosis inicial se reactivará con una segunda a los dos meses y una tercera al séptimo mes.
Por su parte, los que cumplan dos meses en julio y en los meses sucesivos, tras la primera dosis recibirán la siguiente a los cuatro meses y la última a los 11, y añadió que para ser recibir el antídoto los bebés deberán presentarse en los vacunatorios con la indicación facultativa emitida por el médico del área de salud, el pediatra o el propio galeno del policlínico, tras la valoración del paciente, que no puede cursar con ninguna enfermedad de ocasión.
Rafaela González, la enfermera del vacunatorio en el “Omar Renedo”, expone que la jornada transcurre satisfactoriamente, ha puesto ya siete dosis y las madres han acudido rápido con sus niños, desde temprano, dice.
Rafaela González, la enfermera del vacunatorio en el Omar Renedo, refiere que recibe a los infantes con su tarjeta de vacunación e indicación médica del consultorio, los revisa, anota en el libro de controles, le explica al familiar sobre la vacuna, lo que debe hacerse después de inyectado el bebé, que deben esperar una hora en el salón y después en casa los fomentos que deben ponerse en la piernecita.
Explica a las madres que los efectos adversos de la vacuna son los comunes; molestias musculares, enrojecimiento o inflamación del sitio en el que fue administrado el inmunógeno, febrícula o fiebre.
El inmunógeno carece de contraindicaciones y tiene muy reducido riesgo de reacciones alérgicas.
Estudios en los últimos años demuestran predominio de neumococos en el 46 por ciento de los casos de niños con neumonía, de ahí la relevancia de la administración de la vacuna antineumocócica Pneumosil 10 valente.
La inoculación de la vacuna Pneumosil 10 valente es la medida más efectiva para prevenir la enfermedad neumocócica invasiva y con su inserción en el esquema de vacunación se arriba a 17 inmunológicos, de los cuales 12 son de producción del país, para orgullo de la biotecnología cubana.
La adquisición del inmunógeno fue posible con el apoyo de la Alianza Global de Vacunas y la Organización Panamericana de la Salud.
Tomado en: Venceremos