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Fuente: Periódico Granma
La disponibilidad de medicamentos en
Cuba es un tema sensible que recibe una atención priorizada del Gobierno
nacional, por la dimensión social que implica.
Para conocer sobre la producción nacional de medicamentos al cierre
de 2021, y el comportamiento en el mes de enero, Granma conversó con el
doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial de las
Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma).
–¿Cuál es la situación actual del suministro de medicamentos al Sistema Nacional de Salud?
–En 2021 se agravó la compleja situación de desabastecimiento de
medicamentos en nuestro país, tanto los producidos por BioCubaFarma como
los importados por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), dificultad
que persiste en la actualidad.
BioCubaFarma le suministra al Sistema de Salud más de 900 productos,
incluidos medicamentos, vacunas, para uso estomatológico, sistemas
diagnóstico, equipos y dispositivos médicos, entre otros.
«El año pasado, la falta de medicamentos producidos por el Grupo tuvo
un promedio mensual de 121, de los 359 que debíamos garantizarle al
cuadro básico. Algunos de ellos estuvieron afectados por varios meses,
de otros se hicieron entregas parciales y solo una parte se ha podido
garantizar con cierta estabilidad».
–¿Cuáles medicamentos se han entregado de forma estable?
–Una tarjeta control que suministramos de forma estable en 2021, por
ejemplo, es el Timolol 0,5 % colirio, medicamento oftalmológico de
amplio uso, que alcanzó una demanda de 1 139 700 unidades en el año y se
entregaron 1 278 500.
«En varias ocasiones hemos explicado las causas de esta situación. La
fundamental es no contar con todas las materias primas e insumos que se
requieren para la producción. También algunos medicamentos quedaron en
falta o con baja cobertura por roturas en el equipamiento; pero es una
causa menor, gracias al gran esfuerzo de los ingenieros, innovadores y
racionalizadores de nuestras empresas y el apoyo de otros sectores».
«A su vez, la no disponibilidad de materias primas se debe a varios
factores, en primer lugar, carecer del financiamiento necesario para
poder adquirirlas. Para que se tenga una idea, si tuviéramos que comprar
en el mercado internacional los productos que BioCubaFarma le
suministra al Sistema Nacional de Salud, se necesitarían más de mil
millones de dólares estadounidenses. Sin embargo, la producción en
nuestro país se financia con alrededor de 160 millones.
«La mitad del financiamiento disponible el pasado año se utilizó en
el desarrollo y producción de las vacunas contra la COVID-19, y de
fármacos comprendidos en el protocolo de tratamiento de esta
enfermedad. Hemos tenido que utilizar una parte significativa de los
recursos en el enfrentamiento a la pandemia, y solo se dispuso del 50 %
del financiamiento que se necesitaba para adquirir las materias primas
de los medicamentos del cuadro básico».
–¿De qué forma el impacto del bloqueo impuesto por ee. uu. incide directamente en esta situación?
–Por ejemplo, en los últimos tres meses del año pasado pudimos
exportar a varios países vacunas contra la COVID-19 y otros productos;
sin embargo, debido a la persecución financiera, incluida la negativa de
varios bancos para trabajar con Cuba, se han acumulado cifras
millonarias que no se han podido cobrar, provocando atrasos en los
compromisos de pago a proveedores de materias primas, entre otros daños.
«Como consecuencia, aun teniendo el financiamiento, en múltiples
ocasiones proveedores han declinado suministrarnos los materiales.
Tenemos pruebas de lo que estamos diciendo.
«Otro elemento objetivo que provoca este agudo desabastecimiento de
medicamentos es la escasez a nivel mundial de materiales y materias
primas de uso farmacéutico, como consecuencia de la situación sanitaria
global».
–¿Qué materia prima tiene problemas de suministros a nivel internacional?
–Un ejemplo es la escasez de vitaminas, que afectan medicamentos como
el Truabin y el Polivit, que han estado afectados por un largo periodo
de tiempo. A este escenario se añade que la pandemia provocó un colapso
en la logística internacional, que también afecta la llegada de las
materias primas. Tenemos cargas en diferentes puertos esperando para ser
transportadas a la Isla.
–¿Cuándo estiman que comenzará a mejorar esta situación con los medicamentos producidos por BioCubaFarma?
–En los primeros meses de este año el escenario seguirá siendo
difícil, tenemos que decirlo con claridad y no crear falsas
expectativas. Pero tenemos un plan de acciones, buscamos alternativas,
continuamos haciendo gestiones de todo tipo para sobreponernos a los
problemas objetivos explicados, y nos proponemos transformar esas
realidades con iniciativas e innovando en la gestión. Hemos hecho mucho
para burlar el bloqueo, y gracias a ello la situación no es más compleja
aún, pero hay que seguir poniéndole el máximo a todo tipo de acciones
para revertir esta problemática.
«De acuerdo con los análisis realizados, con la mayor objetividad
posible, pensamos que a partir de junio podríamos comenzar a tener
mejorías en el abastecimiento global de medicamentos y de otros
productos, sobre todo los de mayor prioridad, como los de tarjeta
control. No será antes, porque para ello ya debíamos tener las materias
primas, o que estas estuvieran navegando hacia el país, y no es lo que
está sucediendo.
«Como parte de las medidas que hemos adoptado, de conjunto con el
Minsap, desde hace tres años, se establecieron prioridades con la
clasificación de los medicamentos en tres niveles, por lo que las
gestiones, la asignación de financiamiento y la contratación de las
materias primas se hace teniendo en cuenta esas prioridades. La
situación en el mes de enero es la siguiente: de los medicamentos que
suministra BioCubaFarma al cuadro básico, han estado en falta 136.
«Del total, 262 son de Prioridad 1, quedando en falta, en enero, 88.
«De estos últimos, 11 se encuentran en el proceso productivo y se
entregarán en febrero; 64 tienen las materias primas contratadas y
financiadas, pero están pendientes de arribo al país; otros siete
dependen de materias primas que aún no se han podido financiar; y cuatro
están afectados por problemas en las líneas de producción. «Existen dos
medicamentos cuyas materias primas no se han podido contratar por falta
de proveedores.
«De los medicamentos considerados de primera prioridad, 63 son
tarjeta control. Estarán afectados 23, de los cuales 21 dependen de
materias primas ya financiadas, pendientes de arribo al país. Un
medicamento está afectado por rotura del equipamiento, en vías de
solución, y de otro no se ha podido financiar la materia prima.
«Detallando aún más la información, podemos decir que de los
medicamentos de Prioridad 1, hay 12 a los que se les presta la mayor
atención, porque son los que tributan a mayor cantidad de pacientes, más
de cinco millones de personas. Es la prioridad dentro de la prioridad.
Al cierre del mes de enero están en falta tres, todos tienen financiadas
las materias primas, pero están pendientes de arribo a nuestro país.
«Me gustaría aclarar que no es que a esos medicamentos les falten
todas las materias primas, basta que no exista un solo componente, y no
se puede fabricar. Por ejemplo, del Enalapril no se pudieron entregar
los 42 millones de tabletas que se necesitan en el país para cubrir la
demanda de un mes, quedando parcialmente desabastecidas dos provincias;
por lo tanto, se considera en falta nacional. Este fármaco utiliza más
de 15 componentes para su fabricación, y la causa por la cual no se
produjo toda la cantidad necesaria fue por no contar con el material de
envase primario.
«Por otra parte, tenemos 110 medicamentos que tributan a la atención
de los pacientes graves. De estos se encuentran en falta 19, de los
cuales cuatro están en producción y se suministrarán en febrero; 13
cuentan con las materias primas financiadas, pendiente de arribo al
país; y dos pendientes de financiar.
«Contamos con un sistema de trabajo para el seguimiento permanente y
detallado de la situación de cada medicamento, lo que nos permite
conocer en tiempo real cuál es el estado de la producción, las
coberturas en cada provincia, la situación con cada materia prima, en
qué estado está la contratación, la situación de los embarques, etc.
Este sistema tiene un alto nivel de informatización, que ayuda a la toma
de decisiones.
«En el contexto de esta compleja situación se ha agudizado el
fenómeno de la venta ilegal de medicamentos, que causa irritación en
nuestra población y debemos resolverlo con la participación de todos,
como nos ha pedido la máxima dirección del país.
«En BioCubaFarma, con el objetivo de incrementar el control de los
medicamentos, tenemos establecido un plan integral de medidas en toda la
cadena de producción y distribución. En ese plan, lo primero es el
llamado permanente a la conciencia de nuestros trabajadores y al sentido
de la responsabilidad.
«Otro tipo de acción es, por ejemplo, el montaje de circuitos
cerrados de televisión en todas las fábricas, que tiene como propósito
fundamental la supervisión de las operaciones y el cumplimiento de las
buenas prácticas de fabricación, pero, sin duda, también ayuda al
control y a evitar hechos de robo.
«Los trabajadores de la industria biofarmacéutica cubana estamos
conscientes de nuestra responsabilidad, y podemos asegurar que se hace
un gran esfuerzo para minimizar las afectaciones y poder revertir esta
situación», afirmó.