Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del II Pleno del Comité Central de Partido Comunista de Cuba, en el Palacio de Convenciones, el 24 de octubre de 2021, “Año 63 de la Revolución”
Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;
Compañeras y compañeros miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba;
Invitados:
Durante casi dos días ha sesionado el II Pleno del Comité Central del PCC, que es el primero posterior al Congreso, porque recuerden que el I Pleno se desarrolla durante el Congreso, y que fue postergado por la incidencia del brote pandémico, eso ha requerido centrarnos en aspectos concernientes al funcionamiento del Partido como continuidad del Congreso, pero también para abordar temas actuales de la labor partidista.
Fueron tratados la implementación de los acuerdos del Octavo Congreso, la modificación de los estatutos, las normas para el funcionamiento de las comisiones permanentes, la estrategia de implementación de la política de cuadros, el programa para la transformación del trabajo político-ideológico, el proceso de balance de los comités del PCC y el programa de transformación digital de la organización.
Además, se trató el aseguramiento político a importantes procesos que se desarrollarán y el necesario debate sobre el perfeccionamiento del Poder Popular.
La complejidad del momento actual nos señala la necesidad de reunirnos con más frecuencia para debatir y decidir sobre los problemas más urgentes y estratégicos de la actual coyuntura que vive el país, sobre todo, si somos capaces de discutir los temas con profundidad, objetividad, integralidad y de manera crítica para encontrar soluciones a los complejos problemas que nos atañen. Ese espíritu se manifestó, como planteó el General de Ejército, en este II Pleno.
Un análisis de la situación del país y de la situación global nos plantea que el mundo en COVID-19 no es ni siquiera el mundo injusto que los revolucionarios soñamos cambiar. Es ese mismo mundo, ahora bajo los efectos de muchas crisis simultáneas: económica, laboral, productiva, ambiental, sanitaria y también moral.
Cuba no escapa a la conjunción crítica del planeta; sin duda, no somos los más afectados, pero sí los más castigados. Ninguna nación subdesarrollada carga como nosotros con las citadas crisis y con las condiciones que impone el bloqueo económico reforzado y recrudecido con 243 medidas aplicadas por Trump y mantenidas por Biden, además de enfrentar una intensa, descarnada y perversa guerra comunicacional. Somos únicos en el mundo por la duración y crueldad de ese castigo.
Depende de nosotros dar respuesta digna a esa inmerecida e inmoral condena. Nuestra originalidad está obligada a ser tan grande como la maldad del adversario. Estamos desafiados a ser excepcionales en la capacidad de resistir y crear. Así ha sido desde los orígenes de la nación cubana; así ha resistido 62 años invicta la Revolución Cubana. Seguir Leyendo.
Fuente: Diario Digital Granma.
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