“Visita la Sala de Rehabilitación, no tienes que trasladar a tu papá, el fisioterapeuta va a la casa, le da masajes y calor con un equipo portátil y verás que mejorará muchísimo de la bursitis…
El comentario entre vecinos llamó la atención de Venceremos, órgano que dirigió a sus reporteros al centro asistencial, donde intercambiaron con parte del equipo de rehabilitación, entonces en plena ejecución de sus habilidades frente a pacientes, muchos a punto de ser dados de alta.
Al decir de la licenciada en Terapia Física y Rehabilitación, Caridad Pérez Daudinot, la principal función de la Sala de Rehabilitación es ofrecer tratamiento rehabilitador integral, en la institución o en el domicilio, a personas con procesos invalidantes, ya sea por traumatismos o secuelas de enfermedades crónicas” e informó:
“Tenemos una plantilla de 20 trabajadores entre quienes se cuentan fisiatra, fisioterapeutas, sicólogo, podólogo, logopeda, defectólogo, terapista nutricional, especialista en Cultura Física…”.
La directiva explica cómo transcurre la dinámica en el departamento, y detalla que las consultas para adultos, con el fisiatra, se realizan los lunes y miércoles, a las 8:00 de la mañana y a la 1:00 de la tarde; los martes en la mañana el equipo multidisciplinario se dedica a la atención temprana; el viernes a la sicoprofilaxis a embarazadas; y también a la deshabituación tabáquica, por medio de la Medicina Natural y Tradicional.
“Nos reconforta mucho apreciar que tras varias sesiones de terapia y rehabilitación, las personas ven resultados; los diabéticos salen de las consultas conscientes de la disciplina que hay que mantener para convivir con la enfermedad… Ver cómo los niños tratados por retrasos en las habilidades sicomotoras logran equilibrio, coordinaciones motoras y mejoran la respiración…, además de lo afectivo y social, eso nos gratifica”, enfatiza.
“Como todas las instituciones de Salud, enfrentamos limitaciones agudizadas por el criminal bloqueo económico, comercial y financiero, pero hacemos todo lo posible por hacer bien nuestro trabajo, en beneficio de la población”.
El anirista, Yunis e Isabel: un buen equipo
A José Ángel Colina Romero, técnico en Terapia Física y Rehabilitación, quien cursa el tercer año de la especialidad, lo encontramos utilizando el masotérmico (equipo que él mismo creó con materiales reciclables) dando la última sesión de calor y masaje a un joven de 16 años que llegó a la entidad 15 días atrás con hipertrofia muscular en una de sus piernas.
Inquirido sobre la creación del implemento de fácil traslado y manipulación, refiere que “pensaba siempre en cómo mejorar la calidad de vida de las personas postradas o incapacitadas, de cómo podría beneficiarlas, no solo con técnicas manuales de rehabilitación, sino con un ingenio que irradiara calor y aumentara la circulación sanguínea, para así estimular la generación celular y reparación de tejidos…
“La idea se concretó, y hace más de cinco meses empleamos este equipo en el centro. La inventiva está inscrita en el libro de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), de la Universidad de Ciencias Médicas, y ha sido premiada en eventos científicos y de la ANIR a diferentes instancias, pues además de dar solución a un problema, proporciona ahorro a la institución.
“Aunque la temperatura que se alcanza con el equipo de terapia con rayos infrarrojos es de 52 grados Celsius, un poco más elevada que con el masotérmico (42 a 46), no tiene nada que ‘envidiarle’ al primero, pues es igual de efectiva.
De tal efectividad dan fe los fisoterapeutas Yunis Dairis Ramírez Vega e Isabel Agüero Frómeta, quienes a su vez explican las vías de acceso al servicio: “Generalmente se atienden aquí los pacientes con secuelas neurológicas por enfermedades cerebrovasculares, del sistema osteomuscular o de otras patologías crónicas remitidos desde los consultorios del médico de la familia u hospitales.
“Somos un equipo muy unido y con buena comunicación, por eso logramos buen tránsito de los que llegan aquí en busca de mejoría. Los recibe el fisiatra, valora e indica los protocolos a seguir teniendo en cuenta las necesidades del paciente, con tratamientos de 10 a 15 sesiones, extensivos a un mes y hasta un año, en dependencia de cómo evolucione hasta que alcance el más completo potencial físico, psicológico, social y de independencia”.
Al referirse a las técnicas fisioterapéuticas empleadas Agüero Frómeta señala, entre ellas, fisioterapia respiratoria, kinesioterapia, masoterapia, electroterapia y ultrasonidos, magnoterapia…
Testimonios
Idalis Mariño Savón, de 29 años, sufrió hemiplejia producto de una enfermedad neurológica y esperaba en la Sala de Rehabilitación por la reconsulta del fisiatra. “Llegué aquí en silla de ruedas hace dos meses, pensando que nunca más podría caminar, hoy doy gracias a las divinas manos por las que “pasé” durante muchos días”, agradece emocionada.
“Llevo un año viniendo disciplinadamente a cada tratamiento. Mucho dolor he sufrido desde que arribé en silla de ruedas a la primera consulta con fractura en el peroné y el tobillo astillado. Les puedo decir que ya estoy a punto de recibir el alta: camino y extiendo y flexiono el pie. Estuve muy afectada sicológicamente, pero me ayudaron tanto que no tengo cómo agradecer lo bien que ya estoy”, enfatiza Groslamis Berzan Rouseaux.
Alberto Útria Hernández, otro paciente, sufrió, por hipertensión arterial, una isquemia transitoria: “Quedé con dificultades para caminar, pero poco a poco, desde que me recibieron en la consulta del fisiatra voy logrando flexibilidad y fuerza, resultado tras el cual se conjugan buen trato y excelentes acciones de rehabilitación física en el área del gimnasio. Me rehabilitaré” -asegura convencido.
Tomado de: Venceremos
