Guantánamo, como la mayoría de las provincias del país, inició la semana en la etapa denominada Nueva Normalidad, un período en el que se eliminan un número de medidas que desde hace siete meses, se aplican en Cuba para el control y enfrentamiento a la COVID-19.
Sin dudas el paso a una Nueva Normalidad es el resultado del esfuerzo a diario para la detención y no propagación en el territorio de un virus para el cual se reitera como mejor vacuna: el cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas para evitar el contagio, junto a la prevención y conducta personal responsable.
Así fue consenso en la reunión del grupo temporal provincial para el enfrentamiento a la COVID-19, presidida por las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el Alto Oriente cubano, donde se reiteró la necesidad de redoblar las pesquisas activas con calidad y la vigilancia epidemiológica a nivel comunitario, con énfasis a los viajeros que entren a la provincia, pues con la nueva apertura al transporte se elimina el control en los puntos de entrada, máxime si en las últimas horas creció y crecerá consecutivamente, el número de personas que lleguen a Guantánamo desde otros territorios, donde se encontraban varados desde hace meses.
Roilder Romero Frómeta, director del sectorial provincial de Salud, presentó al grupo temporal las medidas de estricto cumplimiento para la etapa de Nueva Normalidad, entre las que se reiteran el uso obligatorio del nasobuco en instituciones públicas y privadas, y mantener el distanciamiento social.
En Hospitales y otras instituciones de Salud se prohíbe la visita a pacientes ingresados, manteniéndose con un acompañante, y solo a criterio médico.
En cuanto a los servicios de urgencia, se mantendrán las consultas para la atención a los pacientes que presenten manifestaciones de Infecciones respiratorias agudas, con separación de flujo y estrictas medidas de bioseguridad.
En los próximos días se estará informando a la población de las medidas en los diferentes organismos y a nivel social para asumir responsablemente esta etapa de Nueva Normalidad y de convivencia con la pandemia.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus ha descartado a la inmunidad de rebaño como una respuesta adecuada para combatir la pandemia de coronavirus.
Se le llama inmunidad de rebaño cuando una proporción amplia de una población se vuelve inmune a una enfermedad ya sea a través de la vacunación o la propagación masiva de la dolencia.
Y es que algunos han argumentado que, a esperas de una vacuna, debería permitirse que el coronavirus se expanda de forma natural.
Pero Ghebreyesus ha dicho que esta estrategia es «científica y éticamente problemática».
En el mundo se han confirmado más de 37 millones casos de coronavirus desde que comenzó la pandemia. Más de un millón de personas han muerto.
Mientras, cientos de vacunas se están desarrollando y varios ensayos clínicos se encuentran en fases avanzadas, pero de momento ninguna ha recibido aprobación internacional.
«Jamás en la historia»
Durante una conferencia de prensa este lunes, el director de la OMS admitió que los efectos a largo plazo de la pandemia, así como la fuerza y duración de la respuesta inmune, permanecen desconocidos.
«La inmunidad de rebaño se alcanza protegiendo a las personas del virus, no exponiéndolas«, dijo Ghebreyesus.
«En la historia de la salud pública jamás se ha usado la inmunidad de rebaño como estrategia para combatir un brote, tampoco una pandemia».
La OMS añadió que los estudios de seroprevalencia -los que detectan anticuerpos- sugieren que un 10% de la población ha sido expuesta al virus en la mayoría de países.
«Dejar que el coronavirus circule sin más significa permitir que haya más infecciones, sufrimiento y muertes innecesarias», concluyó.
Con el número de casos todavía en aumento en todo el mundo, puede que te preguntes cuán prudente es asistir a esa reunión familiar o a ese cumpleaños que te invitaron.
Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, quiere ayudar al público a evaluar el riesgo en cada situación.
Para eso, idearon una tabla que clasifica el riesgo según la cantidad de asistentes, si usan o no mascarillas, la actividad que hacen (si hablan, cantan, gritan o están en silencio) y el nivel de ventilación del local.
«El riesgo de infección está determinado por muchos factores y todos ellos están conectados. Aún no hay ningún estudio que determine el riesgo absoluto, pero queremos empoderar a la gente para que evalúe el riesgo relativo a cada situación«, dice a BBC Mundo Lydia Bourouiba, directora del laboratorio de dinámica de fluidos en la transmisión de enfermedades de Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y una de las autoras del estudio.
Por ejemplo, si te invitan a un karaoke en un salón cerrado donde la gente estará gritando y cantando, lo recomendable es quedarse el mínimo tiempo posible y asegurarse de que habrá poca gente. Sin olvidarse de usar la mascarilla.
O quizás puedes sugerir una reunión con los mismos amigos en un sitio abierto, donde sea posible mantener una mayor distancia entre los asistentes. Evita la música alta para que no te veas obligado a gritar.
Distancia, ventilación y tiempo
Estudios más recientes muestran que los virus pueden dispersarse en gotitas en el aire hasta seis u ocho metros, dependiendo de la situación. Por eso, los investigadores argumentan en el artículo que los dos metros de distancia recomendados debe ser, en algunos casos, la distancia mínima – no la máxima – a mantener con alguien.
«La regla de los dos metros no consideraba el cuadro total de la exhalación de partículas suspendidas en el aire y de cómo estas se mueven. Hoy sabemos que no es solo porque mantienes esos dos metros de distancia que estás seguro», dice Bourouiba.
Ahí entran otros factores considerados en el gráfico, como la duración del evento o el tiempo que uno permanece en contacto con los asistentes.
¿Pero qué es exactamente un período corto o largo? Según la investigadora, aún es difícil contestar a esa pregunta.
«Algunas agencias de salud están considerando que más de 15 minutos es un período largo. Pero no hay justificación científica para apoyar esa cifra. Por eso decidimos no especificarlo en la tabla», explica.
De la misma manera, definir si un evento tiene una ocupación alta o baja, según Bourouiba, no depende sólo de cuántas personas hay en local.
También es importante saber si hay suficiente aire fresco y que los asistentes no estén dentro de la zona de respiración ajena. Es decir, tiene que haber más de 25 centímetros de distancia entre la boca y la nariz de uno (que respira de forma normal) y del otro.
«Cada persona debe tener al menos 10 a 15 litros de aire fresco por segundo. No tenemos cómo calcular eso en nuestro día a día, pero esa es una medida importante para los dueños de espacios de eventos, de restaurantes, de oficinas, etc. Ellos tienen que saber si esos espacios necesitan ser ampliados o renovados», advierte.
Lo más importante, dice Bourouiba, es garantizar la circulación de aire limpio, de preferencia que venga de afuera. «No es suficiente con mover el aire, como hace un ventilador o el aire acondicionado. Hay que renovarlo para diluir las partículas que exhalamos en el aire nuevo.»
Por esa razón, es mejor estar en espacios abiertos o con ventanas que permitan que el aire circule. Y aún así, es importante fijarse en cómo circula.
«En un restaurante, por ejemplo, si hay clientes delante de una ventana abierta, el aire pasará siempre por esas personas llevándose consigo sus gérmenes y posiblemente transmitiéndolos a otras personas», dice la investigadora del MIT.
¿Qué hacer en cada situación?
Según Lydia Bourouiba, se deben tener algunos cuidados básicos en cada situación de la tabla:
Riesgo bajo– Intenta mantener al menos dos metros de distancia y usa la mascarilla. «No porque estés a dos metros significa que puedes quitarte la mascarilla y no porque lleves la mascarilla significa que puedes estar más cerca de la gente», dice.
Riesgo mediano – Sé más riguroso con la regla de los dos metros. Si es posible, toma un poco más de distancia dependiendo de los otros factores.
Riesgo alto – Dos metros debe ser la distancia mínima, aunque lo ideal es estar más alejado y usar una mascarilla de buena calidad.
«Sabemos que es complicado, pero intentamos organizar la información de manera que todo el mundo lo entienda, desde la familia que quiere organizar una barbacoa hasta el gerente de la oficina. Todos tendremos que manejar estas situaciones.», concluye la científica.
Cada 13 de octubre se celebra el Día Mundial de la Trombosis, una de las enfermedades más comunes y mortales de occidente y también una de las menos conocidas.
¿Por que se celebra en esta fecha?
La razón de haber elegido el 13 de octubre para esta efeméride, se debe al nacimiento de Rudolf Virchow, que fue el médico que descubrió y describió la patología de la trombosis, haciéndola conocida y entendible para todos hoy en día.
Principales objetivos del Día Mundial de la Trombosis
Destacar las graves consecuencias que acarrea la trombosis, sus altos niveles de morbilidad y mortalidad. Así como la necesidad de acciones específicas para combatir esta enfermedad o ayudar en la detección temprana.
Aumentar el conocimiento de la población mundial, para que puedan detectar los signos, síntomas y riesgos de la trombosis, más específicamente de la trombosis venosa que es la principal causante de la embolia pulmonar.
Incentivar a las personas a hablar con sus médicos tratantes sobre la enfermedad y pedir análisis para garantizar el no sufrir la enfermedad o garantizar la detención temprana.
Comenzar una serie de actividades que inste a todos los países del mundo a brindar una atención médica adecuada a los pacientes de trombosis y a garantizar una detección temprana en la población.
Lograr que mayor número de organizaciones se sumen a la meta de educar y ayudar a la población mundial en el tema de la trombosis.
¿Qué es la trombosis?
La trombosis es la formación de un coágulo de sangre que tapa una vena o arteria, creando un tapón que puede generar múltiples complicaciones, desde un infarto, hasta una enfermedad cardiovascular. Este pequeño coágulo es al que se le conoce como «embolia» y es el principal responsable de muchas muertes en el mundo occidental.
Trombosis venosa: Lleva este nombre porque se forma en las venas, casi siempre en las venas profundas o a nivel de las piernas. Suele viajar por el sistema sanguíneo y alojarse en los pulmones generando al final una embolia pulmonar.
Trombosis arterial: A diferencia de la anterior esta se forma a nivel de las arterias y es la principal causante de los paros cardiacos fulminantes.
Tratamiento para las trombosis
Un chequeo médico le puede hacer saber fácilmente si posees algún tipo de tapón en tu torrente sanguíneo, pero el hecho de tenerlo, no necesariamente acarree la muerte.
Muchas personas de la tercera edad deben seguir un tratamiento para evitar la trombosis, en la mayoría de los casos solo tienen que tomar un anticoagulante diariamente en una dosis muy baja.
Otras personas que ya han padecido este tipo de cuadros se les coloca un dispositivo mecánico que impide la formación de coágulos en la sangre y otras deben ser sometidas a terapias trombolítica, que destruye los coágulos ya formados.
¿Qué hacer para celebrar este día?
Si estudias medicina, o simplemente te interesa el tema, puedes asistir a cualquier conferencia sobre la trombosis, pero si no deseas salir de tu casa te tenemos buenas noticias, puesto que los organizadores lanzaran un webinar para educar sobre el tema y te puedes registrar en la siguiente dirección para disfrutarlo en vivo y directo.
No te olvides de compartir lo aprendido en las redes sociales con el hashtag #DiaMundialdelaTrombosis.
El SARS-CoV-2 puede sobrevivir hasta cuatro semanas en superficies como las pantallas de los móviles o los billetes de banco, determinaron los investigadores de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés), en Australia.
“Con cargas virales iniciales ampliamente equivalentes a los títulos más altos excretados por pacientes infecciosos, el virus viable se aisló durante hasta 28 días a 20 °C en superficies comunes como vidrio, acero inoxidable y billetes de papel y polímero”, reza un artículo de los científicos de la CSIRO publicado en la revista Virology Journal.
Al mismo tiempo, los investigadores confirmaron que el tiempo de vida del virus depende de la temperatura de la superficie. Así, a 40 °C la misma carga viral se extingue en algunas superficies en menos de 24 horas, indica el estudio.
En cuanto al período de semidesintegración, es de entre 1,7 y 2,7 días a 20 °C y de unas horas a 40 °C.
El jefe de la CSIRO, el doctor Larry Marshall, enfatizó que los resultados del estudio contribuirán a contener la pandemia.
“Determinar cuánto tiempo es realmente viable el virus en las superficies nos permite predecir y mitigar con mayor precisión su propagación y proteger mejor a nuestra gente”, dijo Marshall citado por un comunicado de la organización.
Por su parte, Trevor Drew, director del Centro Australiano de Preparación para Enfermedades (ACDP, por sus siglas en inglés), que también participó en el estudio, indicó que son muchos los factores de los que depende la supervivencia del COVID-19.
“El tiempo que [las partículas del virus] pueden sobrevivir y seguir siendo infecciosas depende del tipo y de la cantidad de virus, la superficie, las condiciones ambientales y cómo se deposita, por ejemplo, mediante el contacto o mediante gotitas emitidas al toser. Las proteínas y grasas en los fluidos corporales también pueden aumentar significativamente los tiempos de supervivencia del virus”, explicó Drew.
Como “alentadores” califica la doctora Odalis María de la Guardia Peña, especialista en segundo grado en Inmunología, los resultados preliminares obtenidos al concluir la primera fase del ensayo clínico para emplear células madre en pacientes que sufrieron lesiones pulmonares por la COVID-19.
El estudio, desarrollado desde el mes de mayo en el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI), busca eliminar o disminuir las lesiones inflamatorias intersticiales o fibróticas pulmonares, posteriores a la infección.
La también Máster en Enfermedades Infecciosas y Jefa de Servicios Externos del IHI, explica que la investigación tendrá un gran impacto “si, como esperamos, la terapia con células madre da resultados positivos en estos pacientes con alteraciones pulmonares pos-COVID-19”.
“De ser efectivo el tratamiento, se generalizaría a todo el país y mejoraría la calidad de vida y capacidad respiratoria de estos pacientes”, dice con el entusiasmo de quien cumple la misión más importante del mundo: salvar vidas
El pulmón, órgano “diana”
De la Guardia Peña comenta que, aunque las afectaciones provocadas por el SARS-COV-2 son disímiles (cardiovasculares, en el riñón, en el cerebro, el sistema vascular, en miembros distales o inferiores, y otras); el órgano “diana” en el caso de la COVID-19 es el pulmón, en el cual los pacientes pueden presentar afectaciones tanto durante la enfermedad como una vez recuperados, lo que es estudiado a nivel internacional.
“Hemos detectado casos, específicamente en los pacientes cubanos, que han presentado este tipo de afectación, sobre todo los que han sufrido evoluciones más tórpidas. Entre las personas visitadas para el estudio, se encontraron casos de alteraciones pulmonares importantes, que es la más frecuente, pero quizá no sea la más grave”, detalla la especialista.
La captación para el ensayo
“Esta consulta de captación fue atípica, pues se realizó en el terreno, visitando las viviendas de los pacientes recuperados”, nos explica la doctora, al tiempo que describe que los candidatos debían cumplir con determinados criterios para la inclusión.
Era imprescindible que tuvieran una edad entre 18 y 70 años, de cualquier sexo, haber cumplido 30 días después de contraer la COVID-19, tener un PCR negativo en el momento de la captación y haber presentado manifestaciones respiratorias desde el inicio de la enfermedad.
Además, buscaron a quienes presentaron una evolución más tórpida, de más de 20 días en una institución hospitalaria, con necesidad del uso del oxígeno o la ventilación asistida, en estado grave o crítico, o con necesidad del uso de algún aerosol como tratamiento.
“Se visitaron más de 130 hogares durante casi tres meses, de mayo a junio; y fueron entrevistados 141 enfermos, de ellos se estudiaron unos 50. En el ensayo se incluyeron 20 pacientes, que era la cantidad determinada”, nos informa.
Secuelas pulmonares
“Durante la investigación, se apreciaron las diversas secuelas de la COVID-19, aunque la más frecuente fue la afectación pulmonar. En algunos casos, incluso, se detectó la aparición de signos de fibrosis pulmonar, afectación que no llega a corregirse totalmente, y que solo puede tratarse para aumentar la capacidad pulmonar y mejorar la calidad de vida”, argumenta la Jefa de Servicios Externos del IHI.
“El estudio aún continúa en proceso. Ya terminó la primera parte, pero falta un tiempo para realizar la evaluación final del enfermo. Lo que podemos decir es que, hasta el momento, estamos muy contentos con los resultados que hemos observado, estos son alentadores”, destaca.
Historias imborrables
–¿Recuerda alguna historia que la impactara?
–El primer día que salí a realizar la captación, llegué a casa de una paciente que, cuando abrió la puerta, presentaba una franca dificultad respiratoria apreciable a simple vista.
“Realizamos el interrogatorio y nos percatamos de que esa dificultad la mantenía diariamente, luego de cinco semanas de haber sido diagnosticada con la COVID-19 y a 15 días de ya tener PCR negativa.
“Este caso fue significativo porque nos percatamos de las secuelas que pueden tener los enfermos, quienes luego de pasar la enfermedad, estar de alta y cumplir todos los tratamientos, aún pueden presentar síntomas por un tiempo prolongado.
“En otra ocasión, un paciente nos recibió efusivamente, pues estaba agradecido de que seguiría siendo atendido, de que se le iba a dar un seguimiento, algo muy frecuente en los demás casos. Esa actitud nos confirmaba que los pacientes visitados aún sentían malestares, a pesar de estar rehabilitados y de alta médica”.
Usted puede ser asintomático o puede morir
“Usted puede contagiarse y ser asintomático o desarrollar los síntomas más graves de la enfermedad y morir. Eso es azaroso, nadie lo sabe ni lo puede controlar”, alerta la especialista, para quien la importancia de cuidarse debe estar permanentemente en nuestra conciencia, pues cualquiera de nosotros puede desarrollar la forma más agresiva de la COVID-19.
“Me sumo a todo lo que dice el profesor Durán todos los días a las nueve de la mañana, de cómo hay que mantener y cumplir las medidas: el uso del nasobuco, el lavado de las manos, los pasos podálicos (alfombras embebidas en hipoclorito al 0,5 % a la entrada de áreas comunes), el distanciamiento social, y la disciplina colectiva.
“La población debe cuidarse de forma personal, en la responsabilidad individual está el éxito contra la pandemia», concluye.
Tratamiento con células madre
Cuando el paciente es incluido en el estudio, comienza el tratamiento mediante la inyección del Factor Estimulador de Colonias Granulocíticas, Ior Leukocim, producto fabricado en el Centro de Inmunología Molecular, para lograr la movilización de las células madre desde la médula ósea a la sangre periférica.
Posteriormente, se extrae la sangre del paciente y se separan y concentran las células mononucleares.
Dentro de este pool celular figura la célula madre hematopoyética y otras no hematopoyéticas. Ellas tienen propiedades inmunorreguladoras y favorecen la desaparición de las lesiones y la reconstitución del tejido pulmonar.
Las células son infundidas por vía endovenosa.
El paciente es evaluado al mes y luego, de nuevo, a los seis meses, para conocer la eficacia clínica de esta terapia celular.
Es un gran logro…, pero el director provincial de Salud Pública, Roilder Romero Frómeta prefiere no cantar victoria, a 161 días de no reportar casos positivos de COVID-19 dentro de nuestras fronteras, justo en medio del rebrote de contagios en otros territorios del país.
Hasta ahora confirma, Guantánamo se mantiene con la discreta cifra de 37 casos, de los cuales 20 son importados –sin incidencias dentro del panorama epidemiológico local-, provenientes de México, cuatro, y Venezuela, 16.
¿Cuál ha sido la fórmula?
La disciplina y la responsabilidad de los organismos, de los dirigentes, de las entidades, y el pueblo…
Ahora mismo, uno podría rebatir esa disciplina popular con unas cuantas imágenes…
No digo que no sea necesario incrementar la percepción del riesgo; pero cuando había transmisión, la gente se cuidó, denunció lo que consideró peligroso, se aisló en sus viviendas. Es mi percepción.
Hay también todo un sistema de trabajo detrás…
En un primer momento, establecimos un riguroso control sanitario internacional con los viajeros de otros países –antes de que se cerraran fronteras y se organizaran centros de aislamiento para estas personas.
El primer caso en la provincia, no tuvo más consecuencias por el actuar oportuno y conjunto de Salud, el Ministerio del Interior, las organizaciones barriales, nuestros médicos de la familia…
En segundo lugar, está la vigilancia epidemiológica. Cuando se declaró la transmisión autóctona del SARS-COV-2 en el país, hacíamos pesquisa activa –en busca de síntomas y elementos epidemiológicos- al ciento por ciento de las casas.
Luego, se estratificó la población a pesquisar en grupos de mayor riesgo, dígase enfermedades crónicas no transmisibles y crónicas con discapacidades, padecimientos pulmonares obstructivas, asma, embarazadas… Actualmente, llegamos al 33 por ciento de la población.
Nuestra prioridad, ahora mismo, son los viajeros nacionales que llegan desde otras provincias del país donde hay transmisión.
¿Qué es lo estipulado en esos casos? ¿Le consta que se cumple?
Para entrar a la provincia, deben tener su prueba de PCR en tiempo real negativa al nuevo coronavirus y no presentar síntomas, y al llegar, deben quedarse en sus casas durante 10 días. En ese tiempo, son seguidos por el médico y la enfermera de la familia, visitados por nuestros inspectores…
Es un asunto que evaluamos. Tenemos además un grupo de supervisión y control que revisa estos procedimientos, y la percepción, es que las medidas se cumplen. De hecho, no hemos procesado a nadie por incumplirlas.
Independientemente de que alguien pueda decirle que se violaron esas medidas, no es la regla.
¿Otras fortalezas “conspiran” para mantener a la enfermedad a raya?
La organización de los servicios médicos es vital. Creamos, en los 22 policlínicos de la provincia, áreas específicas para las infecciones respiratorias, así como en los cuatro hospitales y en las instituciones sociales, hogares maternos, centros psicopedagógicos, de ancianos…
En los últimos, establecimos espacios para aislamiento y vigilancia –PCR incluido- a los casos respiratorios, incluso si no tienen elementos epidemiológicos.
En los hospitales General y Pediátrico de Guantánamo, además, acondicionamos salas para pacientes sospechosos.
La capacitación es otra clave. Creamos, muy temprano, un grupo técnico asesor con cuadros y expertos que se prepararon en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, el cual, además de socializar lo aprendido con nuestro personal y otras entidades, suministra información al grupo técnico de trabajo, que presido, y donde se trazan las políticas territoriales.
Este proceso de actualización no se detiene, cada día sabemos más sobre el virus y cómo tratarlo. Al inicio de la pandemia, por ejemplo, el aislamiento era por 14 días, y hoy se sabe que con 10 es suficiente.
¿Cómo un médico diferencia a un caso sospechoso de COVID-19 de una persona con un resfriado común, por ejemplo?
El paciente puede tener o no síntomas de la enfermedad –en Cuba, los asintomáticos rondan el 60 por ciento-, de modo que el principal peso lo tiene el elemento epidemiológico, si vienes de un área donde hay transmisión, si eres contacto de un sospechoso, o contacto de ese contacto.
También, como le dije, somos minuciosos con los grupos de riesgo, los ancianos, los ingresados en instituciones de salud.
Aprovecho para decirle que, gracias al nasobuco, las infecciones respiratorias agudas se han mantenido bajo control, pues según el comportamiento de otros años, ahora mismo deberíamos tener un alza de influenza, virus sincitial respiratorio, causante de infecciones en esas vías…
En esto, ha tenido un peso la comunicación, los programas de televisión, radio, los espacios en el periódico.
El reinicio de las clases parecía un punto crítico y muchos temieron un rebrote, pero ya han pasado varias semanas y no aparecen casos…
Educación se preparó, y el primero de septiembre el ciento por ciento de las escuelas estaban certificadas por la dirección de Salud escolar del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Es un proceso que se realiza cada año, aunque esta vez tuvo mayores rigores.
Es una constancia de que esos centros cumplen los requisitos higiénicos, sanitarios y de otro tipo para ser seguros, desde las disposiciones que permiten el distanciamiento social, los pasos podálicos y las medidas de desinfección de las manos, hasta la conservación de los alimentos, la eliminación de barreras…
Sigue siendo, empero, un logro muy frágil. ¿Cuáles son los mayores riesgos epidemiológicos que lo (nos) amenazan?
El incremento de los viajeros nacionales, porque se cerró el transporte interprovincial, pero seguimos recibiendo personas, por varios motivos, incluidos guantanameros que se movieron por cuestiones de salud, familiares…
La economía también nos impone un flujo de camiones que entran con insumos, y es inevitable.
Nosotros seguimos en vigilancia y tomando muestras para PCR, aunque mucho menos que en otras etapas, alrededor de 15 o 30 por día.
¿Retos fundamentales?
Sostener esto. Que no entre la enfermedad en la provincia, por el daño humano, porque altera el flujo normal de la economía, de las entidades, de la vida. Un brote, así sea pequeño, pone en tensión a las personas y las instituciones.
Cada evento de transmisión sale caro. Material y humanamente. Ahí están nuestros compañeros que atienden sospechosos y luego pasan dos semanas recluidos ellos mismos, como medida de seguridad, para incorporarse de nuevo a la asistencia.
Debemos mantener el rigor de nuestras medidas. Multar a los indisciplinados, seguir las inspecciones que, por cierto, señalan al mal uso del nasobuco como la violación más extendida, seguido por medidas de desinfección inadecuadas en las instituciones.
En otros momentos, el pueblo ha respondido y, ante una situación de peligro inminente, creo que actuará en consecuencia.
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Ing. Jackeline Ortíz Fidalgo Editora principal, Ingeniera en Ciencias Informáticas | Dirección General de Salud Guantánamo. Infomed - Guantánamo, Ministerio de Salud Pública | Calle Paseo esquina Luz Caballero, CP 95100, Cuba | Teléfonos: (53) 21326705 | Horario de atención: lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 4:30 p.m.